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Ubicada a unos 230 kilómetros al sur de Lima, la ciudad de Pisco es un destino imperdible para los amantes de la cultura, la naturaleza y la historia. Fundada en 1640, esta ciudad costera lleva el nombre del famoso licor peruano, el Pisco, un aguardiente de uva que ha ganado reconocimiento internacional. Es aquí donde se encuentran las raíces de esta bebida, producida en los viñedos locales utilizando métodos tradicionales transmitidos de generación en generación.
Sin embargo, Pisco es mucho más que su famoso licor. También es la puerta de entrada a algunas de las maravillas naturales más impresionantes de Perú. A pocos kilómetros de la ciudad se encuentra la Reserva Nacional de Paracas, una zona protegida donde los desiertos se encuentran con el mar y donde se puede observar una fauna diversa: flamencos, pelícanos, lobos marinos e incluso delfines en ocasiones. La reserva es un verdadero paraíso para los amantes de la naturaleza y los fotógrafos.
Pisco también es el punto de partida de excursiones a las Islas Ballestas, a menudo llamadas las "Galápagos de los pobres". Estas islas albergan una increíble variedad de especies marinas, incluidas colonias de lobos marinos, pingüinos de Humboldt y una gran cantidad de aves marinas. Un recorrido en bote le permitirá acercarse a estos animales en su hábitat natural y admirar el famoso geoglifo de Paracas, el "Candelabro", grabado en una colina con vistas a la bahía.
El centro histórico de Pisco, aunque afectado por el terremoto de 2007, conserva un encanto especial. Sus plazas, iglesias y casas coloniales son testigos de un pasado rico en eventos. Los amantes de la gastronomía no deben perder la oportunidad de probar platos a base de mariscos, recién capturados cada día, acompañados, por supuesto, de un cóctel Pisco Sour, la bebida nacional de Perú.
Al visitar Pisco, descubrirá una ciudad auténtica, cargada de historia y rodeada de tesoros naturales. Ya sea un entusiasta de la cultura, un aventurero en busca de paisajes impresionantes o un amante de la comida deseoso de probar la cocina y las bebidas locales, Pisco tiene algo para todos.