Varias iglesias de Juli, como la de San Pedro, fueron edificadas por los dominicos, pero durante la mayor parte del período virreinal la ciudad fue una misión jesuita; fueron monjes de esta orden quienes convirtieron la región en un modelo de evangelización.
Varias iglesias de Juli, como la de San Pedro, fueron edificadas por los dominicos, pero durante la mayor parte del período virreinal la ciudad fue una misión jesuita; fueron monjes de esta orden quienes convirtieron la región en un modelo de evangelización.