Los olivares forman bosques compactos cuyo verdor destaca en medio del desierto que domina el paisaje moqueguano. Las aceitunas en ellos recolectadas son vendidas de esa forma o prensadas para obtener el aceite de oliva, una de las más saludables sustancias oleaginosas.
Los olivares forman bosques compactos cuyo verdor destaca en medio del desierto que domina el paisaje moqueguano. Las aceitunas en ellos recolectadas son vendidas de esa forma o prensadas para obtener el aceite de oliva, una de las más saludables sustancias oleaginosas.