La rebelión de Juan Santos Atahualpa, iniciada en 1742, puso en jaque la dominación hispánica sobre la sierra central durante algunos años y llevó al fracaso los esfuerzos misioneros de los franciscanos en la selva central.
La rebelión de Juan Santos Atahualpa, iniciada en 1742, puso en jaque la dominación hispánica sobre la sierra central durante algunos años y llevó al fracaso los esfuerzos misioneros de los franciscanos en la selva central.