Las vicuñas viven en las mesetas altoandinas, donde se alimentan de ichu, pasto natural que allí abunda. Están especialmente adaptadas a la vida en las alturas gracias a su capa de lana protectora que las protege del frío.
Las vicuñas viven en las mesetas altoandinas, donde se alimentan de ichu, pasto natural que allí abunda. Están especialmente adaptadas a la vida en las alturas gracias a su capa de lana protectora que las protege del frío.